El equipo de Japón se alzó con el triunfo en el V Clásico Mundial de Béisbol al derrotar a su similar de Estados Unidos tres carreras por dos, en lo que representa la tercera victoria de la novena asiática en estas lides. 

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En un reñido duelo de lanzadores, Estados Unidos empezó adelante en la parte alta del segundo inning con un jonrón solitario de Trea Turner, quien terminó el clásico de forma espectacular. 

Los nipones respondieron en la parte baja de la segunda entrada con jonrón de Munetaka Murakami, que empató el choque y en el mismo episodio lograron anotar la ventaja mediante un roletazo de  Lars Nootbar, que trajo a Kazuma Okamoto desde la tercera almohadilla (estaban las bases llenas).

En la cuarta baja, el jugador japonés Kazuma Okamoto se llevó las cercas con otro batazo y amplió la ventaja nipona con una carrera más. El marcador se colocó 3-1.

Los lanzadores repartieron ceros para ambas novenas hasta la octava entrada, cuando el poderoso Kyle Schwarber le pegó cuadrangular al experimentado lanzador japonés Yu Darvish, quien se complicó en el inning, pero logró sacarlo con esta única anotación en contra. 

Quedaba lista la escena para que se subiera en la lomita el mejor jugador japonés, que es para muchos también, el mejor del mundo, Shohei Ohtani, quien vendría a enfrentar al ganador del título de bateo de las Ligas Mayores en 2022, Jeff McNeil; a Mookie Betts y Mike Trout, dos de los mejores peloteros de estos tiempos en el reconocido como el mejor béisbol del mundo. 

Luego de embasar a McNeil por base por bolas, Ohtani resolvió la complicación obligando a batear a Betts para doble play.

El último out del clásico fue un ponche del as nipón a Trout, en lo que será un duelo recordado por los amantes de este deporte pues ambos beisbolistas están considerados como los mejores del planeta. 

Con la victoria de este martes, Japón terminó invicto en su andar en el V Clásico Mundial de Béisbol. 

Este es el tercer trofeo de este tipo que gana Japón luego de sus victorias en el I Clásico Mundial (2006) y en el II Clásico Mundial (2009).

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